sábado, 28 de mayo de 2011

"Robbie"

Tengo la espinilla de dibujar un cuento infantil.

viernes, 27 de mayo de 2011

El hombre sanguijuela

El hombre sanguijuela era su rostro más conocido. Visitaba cada noche al pequeño de muchas maneras. A veces era un reflejo en el espejito del baño, otras ese hueco de la puerta casi cerrada de su habitación, y a menudo era la mirada que creía ver debajo de la cama.

Asomaba lentamente por los pies de la colcha, deslizando primero sus dedos largos y fríos sobre los pies del pequeño. Mientras, sus ojos flotaban y flotaban en medio de una cabeza negra y vibrante, como una mancha de tinta que recuperaba la forma poco a poco.

El niño veía esos ojos y se cubría con la sábana. Pero si se destapaba, sabía que él seguiría mirándole. Durante toda la noche. Aunque se durmiera.

Volvía cada día. Para mirarle y para que el niño le devolviera la mirada.

Con cada segundo que ambos se quedaban contemplándose, el hombre sanguijuela era un poco más y el niño un poco menos.

domingo, 22 de mayo de 2011

Ginger Shit

sábado, 21 de mayo de 2011

Bang

Él era así. Era de esos niños que pensaba que por usar tarjetas, palabras rebuscadas y tener la vida más o menos arreglada era un adulto. Alardeaba de lo poco que tenía, pero escondía el rabo entre sus enclenques y regordetas piernas cuando le señalaban lo que le faltaba. Eran cosas que estaban a flor de piel, pero que uno tras otro le recordaban asegurándose así de que siguiera doméstico, encorvado y debilucho.

Cara roja, manos rojas, una o dos marcas en la piel seguidas de otras tantas, y una expresión que parecía decir a la gente de Independencia "no me hagas daño, pégame y te machaco, pero dime si te molesta". De corrido, como pisando las palabras de su discurso.

Tenía ya sus años. Se había descubierto por la mañana mirando sus manos grises con las yemas de los dedos rosadas, y unas venas infladas hacia los nudillos que se había prometido no llegar a tener cuando las miraba en las manos de los adultos.

Los recuerdos como las ideas en estos dos años le venían a golpes, como quien deja caer cientos de pelotas al suelo y después trata torpemente de recogerlas. No sabía nunca muy bien qué día era, y si lo sabía era porque se lo apuntaba en la mano o porque alguien le recordaba a qué, a quién, al cómo, al cuándo o al por qué tenía que hacer lo que tuviera que hacer.

Se miraba las manos por la mañana y pensaba en su piel con escamas, en la mitad de su cara siempre sonrojada y rascada, o en lo calientes que estaban sus palmas cuando pensaba en algo que le pusiera nervioso. Hoy pensaba en ella. Ayer pensaba en ella. Desde hacía un tiempo que pensaba sólo en el color marrón. Se acostaba con intención de despertarse y seguía pensando en su cuaderno, azul o verde. No podía escuchar Van Morrison. No podía. La canción no se la podría saber nunca de memoria, pero ahí estaba, sonando sin parar. Y le llegó otra bola a la cabeza, esa bola que le recordaba cogiendo un bus de vuelta y asomándose por la ventana del cristal. Sólo pedía no tener que coger más ese bus, pero lo cogería y pediría no cogerlo todo lo que su suerte le permitiera. En el fondo, lo único que quería era cogerlo.

domingo, 8 de mayo de 2011

"Howard"

Tras incontables horas manoseando los viejos libros y manuscritos sobre astronomía y física elemental de su cuarto de lectura, Howard subió torpemente la escalera hacia el dormitorio con sus últimas fuerzas ahogadas entre alcohol y sueño.

Acostaba con pesadez su enjuto cuerpo, mientras doblaba ridículamente las piernas y se apoyaba contra la cómoda de noche, cuando se fijó en el extraño vaho que cubría fantasmagóricamente el delicado vidrio de sus ventanas.

El grueso del cristal parecía ser atravesado de fuera hacia dentro por una blanquecina masa de humedad que palpitaba lánguida, apareciendo y desapareciendo como un aliento monstruoso pero, sin embargo, frágil.

A pesar de los atributos casi fantásticos del fenómeno, Howard no mostró mayor interés que el que despierta para cualquiera una inoportuna nevada en diciembre o una niebla espesa en Londres.

Pero fue entonces cuando un mefítico olor se deslizó por la habitación. La serena inquietud científica de Howard pasó a manifestarse como el primordial miedo de un niño ante la profunda oscuridad. Trastabilló hacia atrás y cayó al suelo.

Un renovado terror le mantuvo esta vez con la vista fija en la ventana. Sólo llegó a ver una colosal forma, bulbosa, borrosa...moviéndose con sordos gemidos. Suspirando, latiendo. Se distinguía una frase mal dibujada en el vaho: -Traenos de vuelta, Lovecraft.

viernes, 6 de mayo de 2011

'Pirata espacial' (Boceto)

Poco a poco voy haciéndome los mandos de nuevo con mi olvidado photoshop...

jueves, 5 de mayo de 2011

Trailer de 'Conan, The Barbarian' (2011) de Marcus Nispel



Pasaos además por Screenrant.com para echarle un ojo a los nuevos trailers individuales de 'X-Men: First Class' que nos presentan a Banshee, Bestia y Kaos.

domingo, 1 de mayo de 2011

Mientras...

Para las chicas y "la chica" de los VTRs de 'Vaya Semanita'. ¡Por ser tan majas!