"Diumenge 5" que se diria en catalán. Si había alguna cinta que mereciera verse ese día, respondía al título de 'RocknRolla'. Esperábamos ansiosos el "retorno" de Guy Ritchie desde que metiera la pata "años ha" con 'Barridos por la Marea'. En su momento, alguien dijo que Madonna le debió encañonar a punta de pistola para hacerla. Uno se atrevería a decir que con 'RocknRolla' el inglés Guy Ritchie ha vuelto, aunque la fuerza de anteriores parece que se la ha escapado de las manos.
Lo dicho, Ritchie venía a Sitges con 'RocknRolla', un intento de cerrar la trilogía sobre Londres que iniciara hace tiempo con 'Lock & Stock' y su, a juicio personal, obra maestra 'Snatch, cerdos y diamantes'.
Meses atrás dejábamos una pregunta al aire, "¿Podría ser la tercera de la "trilogía londinense" de Ritchie? Veremos si se gana el honor de estar con sus hermanas 'Lock,Stock and Two Smoking Barrels' y 'Snatch'." Habiéndola visto una sola vez, sería injusto dar una respuesta firme sobre si lo merece o no.
El estilo inconfundible de Ritchie, con su humor típicamente británico, las dosis de acción justa y personajes imposibles, siguen manteniéndose, pero algo ha perdido el británico por el camino. 'RocknRolla' es eficiente como cine de acción, pero un arranque lento y una historia imposible (con momentos en los que se duda sobre la necesidad de complicar tanto la trama) hace que muchas veces se llegue a pensar que no se llega a hacer justicia a todo lo que se podría haber sacado de ella. "¡Qué no se desinfle!", daban ganas de gritar en mitad del cine.
Alguien preguntaría que si para concederle un puesto dentro de la "trilogía de la libra" (por eso de la moneda británica y el guiño a Sergio Leone -Dios lo tenga en su gloria-), habría que comparla o no con las anteriores. Evidentemente, es difícil no hacerlo. Tanto 'Lock...' como 'Snatch' dejaron una huella palpable dentro de lo que podríamos llamar como "cine moderno", y además, viniendo de Europa, de la nublada Gran Bretaña que parece ser la única en destacar estos años. 'RocknRolla' funciona; es divertida, entretenida y sorprendente, me atrevería a decir que mérito del personaje que interpreta Toby Kebbell (Johnny Quid), una estrella del rock venida a menos con algún que otro problema con las drogas y con su padre (sin mencionar su extraña fijación por el cuadro que hace de desencadenante de la historia). Y es que como siempre, las películas de Ritchie son lo que son por sus personajes, por su habilidad para pasar de la "simple coincidencia" (muy al estilo 'Pulp Fiction') a una serie de catastróficas consecuencias por la colisión de intereses entre los protagonistas. 'RocknRolla' tiene de eso, pero no se puede evitar pensar que el nivel ha bajado. Quizá las expectativas estuvieran muy altas, quizá el "hype" antes del estreno tuvo la culpa. Será cuestión de tiempo; Ritchie nos ha preparado una secuela a ésta que seguro si nos dejará completamente satisfechos. "Are you a real rocknrolla?"
+Lo mejor: Volver a ver Londres tras los ojos de Ritchie.
+Lo peor: Eso, el comprimido de vitaminas que le debe faltar a Ritchie para ser el que fue antes.
Próximamente, 'The Good, The Bad and The Weird' y demás cosillas del día.
Meses atrás dejábamos una pregunta al aire, "¿Podría ser la tercera de la "trilogía londinense" de Ritchie? Veremos si se gana el honor de estar con sus hermanas 'Lock,Stock and Two Smoking Barrels' y 'Snatch'." Habiéndola visto una sola vez, sería injusto dar una respuesta firme sobre si lo merece o no.
El estilo inconfundible de Ritchie, con su humor típicamente británico, las dosis de acción justa y personajes imposibles, siguen manteniéndose, pero algo ha perdido el británico por el camino. 'RocknRolla' es eficiente como cine de acción, pero un arranque lento y una historia imposible (con momentos en los que se duda sobre la necesidad de complicar tanto la trama) hace que muchas veces se llegue a pensar que no se llega a hacer justicia a todo lo que se podría haber sacado de ella. "¡Qué no se desinfle!", daban ganas de gritar en mitad del cine.
Alguien preguntaría que si para concederle un puesto dentro de la "trilogía de la libra" (por eso de la moneda británica y el guiño a Sergio Leone -Dios lo tenga en su gloria-), habría que comparla o no con las anteriores. Evidentemente, es difícil no hacerlo. Tanto 'Lock...' como 'Snatch' dejaron una huella palpable dentro de lo que podríamos llamar como "cine moderno", y además, viniendo de Europa, de la nublada Gran Bretaña que parece ser la única en destacar estos años. 'RocknRolla' funciona; es divertida, entretenida y sorprendente, me atrevería a decir que mérito del personaje que interpreta Toby Kebbell (Johnny Quid), una estrella del rock venida a menos con algún que otro problema con las drogas y con su padre (sin mencionar su extraña fijación por el cuadro que hace de desencadenante de la historia). Y es que como siempre, las películas de Ritchie son lo que son por sus personajes, por su habilidad para pasar de la "simple coincidencia" (muy al estilo 'Pulp Fiction') a una serie de catastróficas consecuencias por la colisión de intereses entre los protagonistas. 'RocknRolla' tiene de eso, pero no se puede evitar pensar que el nivel ha bajado. Quizá las expectativas estuvieran muy altas, quizá el "hype" antes del estreno tuvo la culpa. Será cuestión de tiempo; Ritchie nos ha preparado una secuela a ésta que seguro si nos dejará completamente satisfechos. "Are you a real rocknrolla?"
+Lo mejor: Volver a ver Londres tras los ojos de Ritchie.
+Lo peor: Eso, el comprimido de vitaminas que le debe faltar a Ritchie para ser el que fue antes.
Próximamente, 'The Good, The Bad and The Weird' y demás cosillas del día.
1 comentario:
Opino lo mismo...
Pobre Ritchie...
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