Y Led Zeppelin tenía razón...

No puedo evitar preguntarme cuál fue el verdadero motivo para que Led Zeppelin escribiera una canción como ésta. He oído multitud de leyendas urbanas, desde las más ingeniosas como el "supuesto" (no lo desmentiré) pacto firmado con el demonio, hasta las más coherentes como las cientos de noches de drogas y de frustración creativa que los componentes del grupo tenían, una de ellas, con un Jimmy Page escribiendo la partitura de esta canción en una noche de invierno.
Es imposible escuchar la rasgada voz de Robert Plant sin emocionarse, mientras suenan las pausadas notas de Jimmy Page a la guitarra, creando un cierto hipnotismo en nuestros oídos.
La grabación de la canción comenzó en el diciembre de 1970, y fue completada finalmente con la letra que el vocalista de Lez Zeppelin escribió para la grabación de la sesiones de Led Zeppelin IV; desde entonces, en 1971, la canción no ha parado de sonar convirtiéndose en la que se cree, la canción más puesta en las radios FM de los Estados Unidos.

Críticos de Rock se han propuesto demostrar que ‘Stairway to heaven’ esconde un mensaje oculto a mitad de la canción, con referencias al satanismo, en las que podemos escuchar (siempre que reproduzcamos la canción hacia atrás):

“Oh here's to my sweet Satan.
The one whose little path would make me sad, whose power is Satan.
He will give those with him 666.
There was a little toolshed where he made us suffer, sad Satan.”

No creo en ello. Es verdad que he podido escuchar la canción al revés, pero nunca convertiría esta canción en algo tan comercial e intrigante como es la supuesta aparición de mensajes satánicos en la discografía de los grupos de rock, y en especial, de Led Zeppelin, sin los cuales no existiría el concepto actual que se tiene del rock, del heavy y de la música en general.
El grupo convirtió poesía en música, y esta canción es sin ninguna duda el mejor ejemplo con el que poder demostrarlo, una canción que con o sin letra llega al corazón y al alma, por lo menos para mí, desde el primer momento en el que pude escucharla y convertirla en “mi canción” (si se puede utilizar la expresión sin implicar ningun estúpido sentimentalismo propio de comedia adolescente americana).
Se dijo que el rock nació y murió en los 70, yo estoy seguro de que esta canción, ‘Stairway to heaven’, fue la que vaticinó el final de una gran época. Podría estar horas hablando de ella, pero seguramente no encontraría las palabras exactas con las que poder expresar la emoción que me inunda al escucharla.
Despidiéndome de los fieles seguidores del rock y citando a los grandes AC/DC: “For those about to rock, we salute you”.