miércoles, 30 de mayo de 2007

Futuro patológico (I)

Alien(1979)
El primer destello de ese futuro poco esperanzador se pudo ver en la película de Ridley Scott, Alien. Alien ofreció al público una nueva y estremecedora visión del futuro de la humanidad, consiguiendo aterrorizar por aquel entonces a muchos aficionados del género de ciencia ficción.
La historia nos situaba en el gigantesco remolcador Nostromo, de regreso desde las regiones más remotas de la galaxia, llevando a sus tripulantes rumbo a la Tierra.
La tripulación, formada por un pintoresco grupo de “camioneros espaciales”, despertaba de su hibernación cuando el sistema informático de la nave, llamado “Madre”, identificaba una señal de socorro del sistema LV-426. A partir de ahí, la tripulación se tendrá que enfrentar a un organismo alienígena que tiene como sangre ácido concentrado, y que se gesta en el interior de cualquier criatura para después reventar el pecho del ocupante, y así abrirse paso hacia al exterior (nunca mejor dicho).
El viaje de la teniente Ellen Ripley, única superviviente de la nave, se convertía en una terrible odisea en la que no sólo tendría que enfrentarse a este “octavo pasajero”, sino también al oficial científico Ash, que resulta ser nada menos que un cyborg con la directriz de “asegurar la supervivencia del espécimen, tripulación: prescindible”.
El guión compartía ciertas similitudes con la memorable “2001: Una odisea en el espacio”, en especial, la idea de un sistema completamente automatizado e informatizado que se revela contra los tripulantes de la nave. También, mejoraba el concepto del cyborg, dotándoles de cualidades completamente humanas que poco nos hacían sospechar que bajo la entrañable forma del actor Ian Holm, se encontraba un organismo cibernético. Además, el diseño del Alien, a cargo del pintor H.R.Giger, nos haría distanciarnos de la agradable apariciencia de los alienígenas, que Steven Spielberg nos ofreció en películas como E.T o Encuentros en la tercera fase.

Terminator (1984)
El futuro que nos planteaba James Cameron en Terminator ha sido sin duda una de los porvenires más apocalípticos de la historia del cine.
En el año 2029 las supercomputadoras gigantes dominan el planeta bajo el sistema informático Skynet, con un único objetivo:exterminar cualquier rastro de vida humana.
El último modelo de máquina computerizada, el terminator modelo 800, se convierte en el perfecto soldado de infiltración y combate contra los pocos rebeldes humanos que se ocultan.
Si eso no fuera suficiente, el aparentemente indestructible Terminator es enviado al pasado para destuir a la humanidad, acabando con la resistencia que encabezará el hijo de Sarah Connor.
Es inquietante ver la imagen que da Cameron del futuro, una superficie cubierta de escombros donde decenas de centinelas vigilan día y noche, todo ello bajo un siniestra tonalidad azul (muy común en las películas de James Cameron).



El guión se servía de connotaciones clásicas como los viajes en el tiempo, en esta ocasión aportando el rasgo de que sólo podían desmaterializar organismos vivos, razón por la que se recubría a los terminators con piel sintética humana.
En un principio, el papel de Terminator iba a ser interpretado por Lance Henriksen (más conocido por su papel de Bishop en Aliens), pero finalmente Cameron descartó la idea de un robot estilizado que no llamara la atención entre la gente, para darle el papel a Arnold Schwarzenegger, que en un primer momento iba a interpretar a Kyle Reese, soldado enviado para proteger a Sarah, papel que recayó sobre Michael Biehn.
La película se convirtió en la representante del “Cine tecnológico negro”, y el robot asesino Terminator, en el nuevo Frankenstein de la ciencia ficción, una máquina sin emociones (al menos hasta la llegada de Terminator 2).
Aún se me hace la piel de gallina recordando el fantástico diseño del endoesqueleto metálico del “Exterminador”, luciendo unos brillantes dientes metálicos y unos penetrantes ojos rojos.

12 monos (1995)
La que es, en comparación, una de las mejores películas de Terry Gilliam, ex componente del grupo Monty Python, contó con la presencia de actores de la talla de Bruce Willis y Brad Pitt, éste último sólo interesante en otras como El club de la lucha o Snatch, cerdos y diamantes.



El mundo del futuro de 12 monos se convertía en un hervidero bacteriológico, en el que pocos seres humanos supervivientes se habían visto obligados a refugiarse en el subterráneo, debido a una bacteria que infectaba a la humanidad, y por el contrario, no teniendo ninguna consecuencia sobre los animales.
Bruce Willis interpreta a James Cole, un “observador” cuya tarea es recoger pruebas biológicas que permitan identificar el origen del virus, para lo cual es enviado al 1990 del pasado y finalmente a 1996, semanas antes de que el virus fuera expuesto a nivel mundial.
En la película no faltan referencias del humor clásico del director, en especial algunos guiños a sketches de Mony Python, e incluso la aparición de la edición de un periódico de prensa sensacionalista existente en la década de los 90, cuyo titular (“Descubierto niño murciélago en una cueva”) podemos ver leer al guardia de seguridad de la institución mental donde es encerrado el personaje de Bruce Willis.
La película es entrañable y se percibe la gran dedicación que se ha empleado a la hora de realizar el guión, cuidando en que cada una de las escenas y flash backs permitan ir dando pistas al público, en especial cuando durante toda la película la trama se dedica a dar giros de 180º en el argumento.
A recordar la magnífica parte de la institución mental (momento Monkey business de los Hermanos Marx asegurado), la introducción de la película, con Bruce Willis en plena superficie nevada haciendo frente a un oso, para después ver como un león campa a sus anchas por los edificios; y las marcas en las paredes con el símbolo del “ejército de los 12 monos” (organización ecologista sobre la gira la historia) y la frase “We did it!”.

The Matrix (1999)
Con Matriz resultó que nuestra percepción del mundo había estado permanentemente trastocada. El mundo que nosotros llamábamos real resultaba ser un “sueño”,una perfecta reconstrucción de un mundo perfecto a través del cual un complicado programa de ordenador con inteligencia artificial controlaba nuestra vida.



El ciber-thriller escrito y dirigido por los hermanos Wachowski se convirtió en un auténtico fenómeno de masas, pero a pesar de resultarme en un primer momento interesante no tardó en decepcionarme, mucho antes incluso de poder ver las secuelas que no tardarían en llegar.
El planteamiento era en definitiva muy similar al de Terminator, con un “futuro robótico” en el que los humanos volvían a estar sometidos, esta vez, funcionando como simples “pilas” que aportaban energía a las máquinas. Pero el filme de Cameron no sería la “única influencia” de la que bebería la cinta, me refiero a la cinta de Alex Proyas, Dark City de 1998, basada en una historia escrita por el mismo director junto a Lem Dobbs y David S.Goyer, tiempo antes que la de los hermanos Wachowski, a la cual no dudaron en copiar escena por escena.
Al margen de todo esto, incluían el concepto de "el elegido" (no sería la última referencia bíblica en la película, recordemos la ciudad de Sion), cual profético mesías destinado a salvar a la humanidad, y que permanente parecía encontrarse en un estado de somnolencia, principalmente debido a que el papel lo interpretaba Keanu Reeves, cuyos papeles más memorables fueron en El alucinante viaje de Bill y Ted, Reacción en cadena o Le llaman Bodhi ( que no es decir mucho en su trayectoria como actor).
Los efectos especiales superaron lo imaginable y se adentraron en un nuevo concepto de la realización cinematográfica, en el que el llamado “bullet time” se convertiría en el recurso por excelencia para dramatizar y exagerar la acción; sin embargo, la historia de Neo, especie de Jesucristo cibernético, no era de lo mejor que se podía esperar.

El diablo se manifiesta por televisión

Una persona humana normal y corriente (ojo, no hay muchos que cumplan estas condiciones) es capaz de pasar dos tercios de su vida delante de un televisor (datos obtenidos a través de una página que me he inventado) sin hacer absolutamente nada, a parte de mirar con los ojos enrojecidos cada una de las imágenes que se proyectan sin pausa a través de la pantalla y devorar Doritos a dos manos.


Hasta aquí todo normal, si no fuera porque en un momento puntual de su ritual televisivo el objetivo de las imágenes cambian radicalmente. Hasta este instante la intención de los canales de televisión era entretener, informar o producir suicidios masivos mediante la visualización de una hora consecutiva de Dani Martín. Pero ese objetivo cambia cuando comienzan los temidos anuncios publicitarios.

Sí, comprendo que algunos hayáis huido a otra página tras leer esas dos últimas palabras, y puede que ahora esté hablando solo, sí, puede ser, y lo comprendo, pero he de seguir con mi labor informativa. Pues bien, estos anuncios creaciones de Mefisto (a pesar de que algunos los adoren, entre los cuales me incluyo a veces) pueden dividirse en tres tipos:

1.- Los anuncios guays que no te cansas de ver una y otra vez, por su humor, por su originalidad o por su perfecta realización. Algunos alcanzan tal nivel de perfección que son visualizados voluntariamente a través de Youtube. Un ejemplo de este grupo es el anuncio de Renault con la música de “La historia interminable” o el de “No, azúcar no” (al menos para mí).


2.- Los anuncios que se limitan exclusivamente a vender su producto. Estos anuncios son una chorripollez y merecen ser eliminados de la historia de la televisión para siempre. Ya sabemos lo que vendes, ya sabemos qué hace lo que vendes, ya sabemos que lo que vendes es lo mejor del mundo, ¡no nos lo digas más joder!

3.- Los anuncios que tratan de hacernos creer que han elegido un grupo de gente al azar y dicen que su producto es lo mejor que han visto en su vida. Estos anuncios suelen ser de lavavajillas o de jabón para limpiar la ropa. El anuncio más significativo de este grupo es uno de gente vestida de rosa. Esta es la forma con la que los siervos de Satán nos dicen que estamos haciendo el mal. Son una auténtica tortura y merecen ser eliminados y que sus creadores sean quemados vivos de la manera más cruel y vil conocida por el ser humano.

Espero que hayáis disfrutado con mi primera entrada porque iré poniendo alguna más semanalmente o cuando me venga viniendo en gana. Y si no os ha gustado pues os vais a tener que ir aguantando (por no decir jodiendo, que queda mal) porque no me iré de aquí hasta que Reverendo Gore me eche.

Imagen del Joker en The Dark Night

Hace poco se publicó la primera imagen referente al aspecto que lucirá Joker, antagonista clásico de Batman, en esta nueva entrega de la saga que retomó el origen del "hombre murciélago" con Batman Begins. Ahora, y con motivo de su inminente estreno, van llegando las primeras imágenes de la cinta con cuenta gotas.
La última en llegar ha sido una nueva imagen del aspecto que lucirá Joker al comienzo de la película, en la próxima adaptación de Batman, 'The Dark knight', dirigida de nuevo por Christopher Nolan.
La exclusiva de USA Today está acompaña con la noticia de que cuatro de las escenas de la nueva película se proyectaran con formato IMAX, como la de la foto que acompaña este artículo, en la cual veremos al Joker robando un banco de la ciudad de Gotham, antes por supuesto de tener el accidente que deformará su rostro, convirtiéndolo en el antagonista por antonomasia de Batman.
Recordemos que en la película repetirán los actores de la primera, excluyendo a la esposa de Tom Cruise, Katie Holmes, e incorporando en el reparto al actor Heath Ledger como Joker y a Aaron Eckhart como Harvey Kent (más conocido como Dos Caras).

martes, 29 de mayo de 2007

Y el Frogger tenía razón...


Entre las cosas más extrañas que hacemos los humanos está la de cruzar en rojo. No me refiero a pasar por medio de ninguna manifestación comunista, sino a la tendencia de cruzar cuando el semáforo no está ni en verde ni en ambar, qué es el verde.
Ese color ejerce una extraña atracción sobre nosotros; nuestros niveles de adrenalina parecen dispararse según vemos a los coches acercándose a lo lejos y una idea atraviesa nuestro cerebro como un impulso electromagnético "¿me dará tiempo a cruzar?". El tiempo parece detenerse durante ese segundo en el que te formulas esa pregunta, apretando los ojos y concentrándote mientras diriges una mirada aviesa al semáforo (que ni el perro del capítulo en el que sale Mel Gibson vaya). La respuesta es sencilla y siempre la misma: "sí, me da tiempo de sobra", porque da igual que no tengas prisa en llegar o hayas salido simplemente a comprar el pan, cuando al hombre se le planta la oportunidad de demostrar su superioridad tiene la imperiosa necesidad de intentarlo, en especial cuando ves gente esperando en la acera y tú quieres fardar frente a ellos cual espécimen de "chulo de playa".
Aprietas tus zapatillas y comienzas a correr pegando esos extraños saltitos que realizamos al acelerar la marcha por la calle, pegando brincos cual animal silvestre en extinción (estilo Do-do), cuando te das cuenta de que el semáforo se ha puesto en verde mientras tú corrías...Y ahí estás tú, en el otro lado con aspecto triunfante y una sonrisa de oreja a oreja, hasta que te das cuenta de que la gente que esperaba ahora está cruzando, y no puedes evitar fijarte que los conductores de los coches te miran, ante lo que únicamente puedes poner cara de resignación y de gilipollas.
Existe una variante de este mismo caso, en esta ocasión con el hombrecillo verde parpadeando. Corres, pero es inútil, siempre llegas al cruce cuando ha dejado de parpadear, ¿para qué ha servido tu carrera desde el final de la calle? Para nada.
El otro día pude ver un sacerdote cruzando en ámbar, lo cual sin duda llamó mi atención y me hizo reflexionar. Sabes que en cualquier momento el conductor va a perder la paciencia y atropellará al pobre cura (recordemos que en el Carmaggedon los sacerdotes saban muchos puntos y si no...¿a qué esperan para incluirlos?). En ese momento, tú no sabes si gritarle para que se aparte, como si se tratara del esbirro del Doctor Maligno en Austin Powers, o lanzarte para salvarle de un trágico final, que seguramente terminará como una desagradable y abstracta mancha rojiza. Finalmente, el sacerdote cruza...impasible, yo con cara de idiota y estupefacto, y él sin saber lo cerca que ha estado de reunirse con su acedor.
Eso me lleva a otra conclusión, ¿para qué sirve el color ámbar?
He llegado a la alocada teoría de que llega un momento en la vida de todo hombre, en la que debe emular a la rana del Frogger y enfrentarse al tráfico para llegar a la charca. ¿No es una buena metáfora de la vida? Un pixel verde, que hace de rana, y un montón de obstáculos a esquivar hasta llegar a tu meta, en este caso, "la charca" anteriormente mencionada.

God of War 2: Divine Retribution

Hace ya casi dos años, que la llegada de Kratos se convirtió para muchos en el antes y después de los videojuegos. La historia de God of War nos presentaba al general espartano Kratos, que arrasaba a diestro y siniestro con cualquier ejército que se interpusiera en su camino hacia la gloria. Por avatares del destino, Kratos, postrado y derrotado ante los enemigos bárbaros, tuvo que entregar sus servicios al cruel dios Ares, atándole a las “espadas del caos” para lo que sería toda la eternidad.
Kratos se vería obligado a matar en nombre de Ares, hasta que por el azar sus conquistas le llevaron a un pequeño pueblo en cuyo templo se escondía la mujer e hijo del espartano, que inevitablemente acabaron muertos por su propia mano. A partir de este momento, Kratos prometía vengarse del dios de la guerra que le había utilizado, y actuando en nombre del Olimpo y bajo la salvaguarda de Atenea, el guerrero espartano se enfrentaba al propio Ares tras conseguir la caja de Pandora, convirtiéndose así en el nuevo dios de la guerra.
El título había estado siendo desarrollado durante más de 5 años por el estudio SCEA Santa Mónica, y en un primer momento no despertó grandes expectativas hasta que por fin se dejó ver en forma de vídeo-demo en el E3. Su dinámica de juego-arcade, su historia propia de las mejores películas de acción y su carismático personaje despertó la simpatía de público y especialistas, convirtiéndose en un fenómeno de masas y en uno de los mejores títulos de la ya palideciente consola de Sony, Play Station 2.
El creador del videojuego, David Jaffe, y el director del mismo, Cory Barlog, animados por la buena acogida del título, decidieron convertir God of War en lo que será una trilogía, lanzándose en España su segunda parte, God of War 2: Divine Retribution el día 9 de abril, tras que se confirmara un retraso debido a la traducción del título para el mercado español.
Divine Retribution nos ofrece más de lo mismo, pero esta vez alardeando de hacer uso por completo de todo el potencial que Play Station 2 puede ofrecer en estos pocos meses que le quedan de vida. El juego nos pondrá de nuevo en la piel de Kratos, dispuesto a vengarse de los dioses del Olimpo y cambiar su destino, por lo que para ello deberá encontrar y “entablar conversación” con las Moiras, más conocidas como “las parcas”.
Las series de combos que caracterizaron a su predecesor, también estarán presentes en esta entrega, al igual que un mayor y variado catálogo de armas y magias, desde la conocida mirada de la medusa (esta vez con la cabeza de la gorgona Euríale), hasta nuevas habilidades como las alas de Ícaro (espina clavada de David Jaffe que no pudo incluir en God of War I) o la posibilidad de ralentizar el tiempo.
También destacarán el gran abanico de enemigos incluidos para la ocasión, desde los tradicionales cíclopes y cancerberos, hasta nuevas incorporaciones como los grifos, a los que nos tendremos que enfrentar en autenticas fases estilo shoot-em-up, al más puro estilo ‘Panzer Dragoon’. Pero el elenco de ‘final bosses’ ha sido aumentado también considerablemente, haciendo alarde de un mayor tamaño y número, desde el Coloso de Rodas, al que nos enfrentaremos en el primer nivel, hasta las propias parcas e incluso al Jefe bárbaro que nuestro personaje mataba en una de las cinemáticas del anterior juego.

El título, que será lanzado en dos ediciones, una normal y otra especial y limitada para las primeras 100.000 personas que hayan reservado el juego en una de las Tiendas Game (no me pagan por promocionarla, de hecho odio la tienda), estará completamente traducido al castellano. Sin duda, la traducción beneficiará a todos los jugones que aún no nos hemos podido hacer con el idioma de Shakespeare, aunque eso nos hará perdernos las fantásticos doblajes de personajes del juego como Atlas o Perseo, cuyas voces originales correrán a cargo del imponente actor Michael Clark Duncan (‘Armageddon’, ‘La milla verde’) o de Harry Hamlin, al cual ya le tocó interpretar a Perseo en la nostálgica película ‘Furia de Titanes’.
No queda mucho más que decir sobre este fantástico juego, que con tanta pasión he estado esperando desde que se anunció.Las horas que permanecí atrapado en su historia sin duda valieron la pena, en especial por ver un final de película, que abre nuevas ansias de jugar a la siguiente edición, y que concluye con la frase que se ha convertido en el lema de esta saga: "The end begins...".
A falta de dinero para una Play Station 3 (plataforma en la que se lanzará la útlima parte que cerrará la trilogía), habrá que conformarse con la edición especial de God of War 2, que gracias a sus extras con la posibilidad de jugar la historia con diferentes trajes y sus modos de juego (como el clásico 'Desafío de los dioses') alargan su vida considerablemente, al menos durante unas horas más.

Enlace a la página oficial de 'God of war II':
http://www.us.playstation.com/GodofWar2/

Geek movie: los personajes

La historia de 'Geek movie' (antes llamado El Comando Freak-men) se iba a centrar en las aventuras de tres personajes, cada uno de ellos con una serie de habilidades concretas. Al principio, ninguno de ellos tenían una motivación para actuar como héroes, y parecían ser bastante planos.
El primero de los protagonistas en ser creado fue el Mafioso Anfibio, nombre provisional debido al aspecto que lucía. El personaje trabajaba para una sociedad mafiosa, la cual le encarbaba infiltrarse entre los yakuza, pero estos le descubrían y le tiraban medio muerto a un pozo, sitio en el que conseguiría sus futuros poderes. Reverendo Gore, era el típico fanático de las películas de terror que un día era castigado por Dios por preferir quedarse a ver el pase especial de las películas de Viernes 13 que ir a la iglesia. Y por último, Pollo Morado, un personaje obligado a llevar su traje de Pollo por toda la vida, tras que durante una sesión intensiva de trabajo en un servicio de comida rápida, el traje se quedara fundido por el sudor a su cuerpo.


Al retomar la historia hubo que cambiar también el origen de los protagonistas, decidiéndonos por involucrar a los tres en el mismo nacimiento de sus poderes. Supongo que en futuras actualizaciones podremos hablar con más profundidad sobre este aspecto. Caracterizamos a los tres personajes con diferentes poderes, que no tienen mucho que ver directamente con su aspecto, aunque nos sirvió para caracterizarlos y dotarles de un poco de personalidad (como en la X-Men que cada personaje llevaba su propio traje).

Reverendo Gore: Dotado de una fuerza sobrehumana y un gran dominio con cualquier arma de mano, principalmente con su hacha de la cual no se suele separar nunca. Tiene poderes alternativos como la posibilidad de bendecir el agua y exorcizar a los demonios. Lleva unas vendas que cubren su cara y un crucifijo.

Mafioso Anfibio: Medio humano y medio demonio, tiene facultades de premonición y una puntería excepcional, que le hace letal con cualquier clase de arma de fuego o proyectil. Al realizar su transformación adquiere un color verde.

Pollo Morado: Este ha sido el personaje más difícil de definir. Únicamente he pensado en que tendrá supervelocidad, un aspecto característico de pollo gigante y evidentemente de color morado, y tiene conocimientos de informática, lo que le convierte en cierto modo en el Murdock (El equipo A) de la serie.

Geek movie

Geek movie nació como una iniciativa de crear una serie en la que pudieramos plasmar nuestra aficción por las películas de terror y gore, mezcladas con la acción y el humor. La historia pretendía en un momento homenajear el género de los superhéroes clásicos de editoriales como Marvel y DC, pero dándoles un punto de vista más tradicional y con sentido del humor, algo que en un principio podríamos identificar con los personajes de la serie Toxic Crusaders (serie de animación que surgió a partir del éxito de El vengador Tóxico). Con el tiempo sin embargo, me hice con un control casi completo del hilo argumental de la historia, y preferí orientarla hacia un género más equilibrado, teniendo como modelo la trilogía de Evil Dead (Posesión Infernal) dirigida por un Sam Raimi pleno de facultades e interpretada por uno de los actores más carismáticos de la década de los 80, Bruce Campbell, conocido como el "hombre dibujo" y convertido en reciente icono del género de comedia de terror. Los personajes, Reverendo Gore, Mafioso Anfibio y Pollo Morado, iban a tener en un principio orígenes completamente diferentes, posibilidad que no ha sido descartada del todo y que seguramente intentaremos realizar en capítulos apartados de la trama original. Los diseños de los personajes no han experimentado apenas cambios, aunque cada uno de ellos ha pasado por un proceso de "reorientación", por ejemplo, en el personaje de Reverendo Gore que pasó de lucir una máscara de hockey (en claro homenaje a Jason Voorhees de la saga Viernes 13) a cubrir su rostro con vendas, lo que me permitió dar unas pinceladas más de personalidad a este personaje al que en un principio no veíamos el rostro. Los enemigos que se enfrentarían al grupo de pintorescos héroes pasaron de ser unos pintorescos alienígenas, bautizados cariñosamente como 'Flood' o 'Wort' en guiño al lenguaje que utilizan los alienígenas en el videojuego Halo, a pasar a centrarse en la figura del hijo de Lucifer, personaje que de hecho iba a aparecer entre el elenco de antagonistas. La serie en un principio estaba orientada a su difusión en internet a modo de pequeños capítulos, utilizando para ello las posibilidades que por entonces nos ofrecía el videojuego para ordenador 'The Movies', juego en el que se puede crear tu propia película. Lamentablemente, el proceso era agotador, y las limitaciones técnicas me obligaron a tomar la decisión de intentar llevar la serie a imagen real. Los demás miembros, el co-creador de la serie, Javier Supervía, al que le debemos la creación de varios de los personajes, y de Jorge Moreno, que interpretará a Pollo Morado, dieron el disto bueno a mi decisión, momento en el que me puse a escribir lo que será el futuro guión de 'Geek movie'. Por desgracia, el nombre no se ha decidido, estoy barejando varias ideas aunque ninguna de ellas me acaba de convencer, y aún tienen que sumarse más colaboradores al proyecto, después de la reciente incorporación de Guillermo Verdún, que interpretará a otro de los personajes y del que sin duda podremos aprovechar su sorprendente destreza para el diseño de vestuario. En actualizaciones siguientes, describiremos el trabajo de pre-producción que hemos estado realizando, principalmente bocetos o líneas argumentales que nos permitan desarrollar una historia al mismo tiempo completa y entretenida.



En el blog no sólo atenderemos al diario de producción de 'Geek movie' (nombre provisional) también a otras cuestiones, especialmente al tratarse de una página llamada 'Geektorium (cinefilia de cualquier tipo a la enésima potencia), en la que no sólo se podrán hablar de las diferentes influencias que hemos tenido, sino también de los grandes clásicos del cine de ayer y de hoy, desde el gore (especial mención de George Romero y Wes Craven), pasando por el cine de acción y comedia (admiración que tiene un servidor por el querido director Kevin Smith).

lunes, 28 de mayo de 2007

Geektorium

Página creada específicamente para servir de centro del universo, en el que cine, videojuegos y demás ámbitos de interés tengan un hueco en cada actualización. El blog Geektorium nace a partir de la combinación de dos mentes maestras, Nacho, administrador del blog, y uno de sus colaboradores Adrián, que sugerió la fantástica idea de que el nombre del dominio terminara en -torium.

Administrador del Blog:

Nacho Fernández: alias Bishop, alias Reverendo Gore, alias Capitán Molón. Estudiante de periodismo, cinéfilo, dibujante sin oficio, rockero hasta la muerte y archivo humano de cualquier película o serie destinada a desaparecer (especialmente si se trata de la fantástica época de los 80). Fan humanoide de Monty Python, de Kiss y de Pato aventuras. Mi máxima aspiración es interpretrarme a mí mismo en la película sobre mi vida, porque de una cosa estamos seguros...A Hollywood se le ha acabado la imaginación, y hoy más que nunca los superhéroes y los biopics se llevan al público, y ¿qué mejor que la historia de mi vida que se podría resumir en 2 horas y 45 minutos de metraje?
Frase: "Todos tenemos algo de Stormtrooper"

Colaborador casual:

-Adrián Gómez.