Hace ya casi dos años, que la llegada de Kratos se convirtió para muchos en el antes y después de los videojuegos. La historia de God of War nos presentaba al general espartano Kratos, que arrasaba a diestro y siniestro con cualquier ejército que se interpusiera en su camino hacia la gloria. Por avatares del destino, Kratos, postrado y derrotado ante los enemigos bárbaros, tuvo que entregar sus servicios al cruel dios Ares, atándole a las “espadas del caos” para lo que sería toda la eternidad.
Kratos se vería obligado a matar en nombre de Ares, hasta que por el azar sus conquistas le llevaron a un pequeño pueblo en cuyo templo se escondía la mujer e hijo del espartano, que inevitablemente acabaron muertos por su propia mano. A partir de este momento, Kratos prometía vengarse del dios de la guerra que le había utilizado, y actuando en nombre del Olimpo y bajo la salvaguarda de Atenea, el guerrero espartano se enfrentaba al propio Ares tras conseguir la caja de Pandora, convirtiéndose así en el nuevo dios de la guerra.
El título había estado siendo desarrollado durante más de 5 años por el estudio SCEA Santa Mónica, y en un primer momento no despertó grandes expectativas hasta que por fin se dejó ver en forma de vídeo-demo en el E3. Su dinámica de juego-arcade, su historia propia de las mejores películas de acción y su carismático personaje despertó la simpatía de público y especialistas, convirtiéndose en un fenómeno de masas y en uno de los mejores títulos de la ya palideciente consola de Sony, Play Station 2.
El creador del videojuego, David Jaffe, y el director del mismo, Cory Barlog, animados por la buena acogida del título, decidieron convertir God of War en lo que será una trilogía, lanzándose en España su segunda parte, God of War 2: Divine Retribution el día 9 de abril, tras que se confirmara un retraso debido a la traducción del título para el mercado español.
Divine Retribution nos ofrece más de lo mismo, pero esta vez alardeando de hacer uso por completo de todo el potencial que Play Station 2 puede ofrecer en estos pocos meses que le quedan de vida. El juego nos pondrá de nuevo en la piel de Kratos, dispuesto a vengarse de los dioses del Olimpo y cambiar su destino, por lo que para ello deberá encontrar y “entablar conversación” con las Moiras, más conocidas como “las parcas”.
Las series de combos que caracterizaron a su predecesor, también estarán presentes en esta entrega, al igual que un mayor y variado catálogo de armas y magias, desde la conocida mirada de la medusa (esta vez con la cabeza de la gorgona Euríale), hasta nuevas habilidades como las alas de Ícaro (espina clavada de David Jaffe que no pudo incluir en God of War I) o la posibilidad de ralentizar el tiempo.
También destacarán el gran abanico de enemigos incluidos para la ocasión, desde los tradicionales cíclopes y cancerberos, hasta nuevas incorporaciones como los grifos, a los que nos tendremos que enfrentar en autenticas fases estilo shoot-em-up, al más puro estilo ‘Panzer Dragoon’. Pero el elenco de ‘final bosses’ ha sido aumentado también considerablemente, haciendo alarde de un mayor tamaño y número, desde el Coloso de Rodas, al que nos enfrentaremos en el primer nivel, hasta las propias parcas e incluso al Jefe bárbaro que nuestro personaje mataba en una de las cinemáticas del anterior juego.
Kratos se vería obligado a matar en nombre de Ares, hasta que por el azar sus conquistas le llevaron a un pequeño pueblo en cuyo templo se escondía la mujer e hijo del espartano, que inevitablemente acabaron muertos por su propia mano. A partir de este momento, Kratos prometía vengarse del dios de la guerra que le había utilizado, y actuando en nombre del Olimpo y bajo la salvaguarda de Atenea, el guerrero espartano se enfrentaba al propio Ares tras conseguir la caja de Pandora, convirtiéndose así en el nuevo dios de la guerra.
El título había estado siendo desarrollado durante más de 5 años por el estudio SCEA Santa Mónica, y en un primer momento no despertó grandes expectativas hasta que por fin se dejó ver en forma de vídeo-demo en el E3. Su dinámica de juego-arcade, su historia propia de las mejores películas de acción y su carismático personaje despertó la simpatía de público y especialistas, convirtiéndose en un fenómeno de masas y en uno de los mejores títulos de la ya palideciente consola de Sony, Play Station 2.
El creador del videojuego, David Jaffe, y el director del mismo, Cory Barlog, animados por la buena acogida del título, decidieron convertir God of War en lo que será una trilogía, lanzándose en España su segunda parte, God of War 2: Divine Retribution el día 9 de abril, tras que se confirmara un retraso debido a la traducción del título para el mercado español.
Divine Retribution nos ofrece más de lo mismo, pero esta vez alardeando de hacer uso por completo de todo el potencial que Play Station 2 puede ofrecer en estos pocos meses que le quedan de vida. El juego nos pondrá de nuevo en la piel de Kratos, dispuesto a vengarse de los dioses del Olimpo y cambiar su destino, por lo que para ello deberá encontrar y “entablar conversación” con las Moiras, más conocidas como “las parcas”.
Las series de combos que caracterizaron a su predecesor, también estarán presentes en esta entrega, al igual que un mayor y variado catálogo de armas y magias, desde la conocida mirada de la medusa (esta vez con la cabeza de la gorgona Euríale), hasta nuevas habilidades como las alas de Ícaro (espina clavada de David Jaffe que no pudo incluir en God of War I) o la posibilidad de ralentizar el tiempo.
También destacarán el gran abanico de enemigos incluidos para la ocasión, desde los tradicionales cíclopes y cancerberos, hasta nuevas incorporaciones como los grifos, a los que nos tendremos que enfrentar en autenticas fases estilo shoot-em-up, al más puro estilo ‘Panzer Dragoon’. Pero el elenco de ‘final bosses’ ha sido aumentado también considerablemente, haciendo alarde de un mayor tamaño y número, desde el Coloso de Rodas, al que nos enfrentaremos en el primer nivel, hasta las propias parcas e incluso al Jefe bárbaro que nuestro personaje mataba en una de las cinemáticas del anterior juego.
El título, que será lanzado en dos ediciones, una normal y otra especial y limitada para las primeras 100.000 personas que hayan reservado el juego en una de las Tiendas Game (no me pagan por promocionarla, de hecho odio la tienda), estará completamente traducido al castellano. Sin duda, la traducción beneficiará a todos los jugones que aún no nos hemos podido hacer con el idioma de Shakespeare, aunque eso nos hará perdernos las fantásticos doblajes de personajes del juego como Atlas o Perseo, cuyas voces originales correrán a cargo del imponente actor Michael Clark Duncan (‘Armageddon’, ‘La milla verde’) o de Harry Hamlin, al cual ya le tocó interpretar a Perseo en la nostálgica película ‘Furia de Titanes’.
No queda mucho más que decir sobre este fantástico juego, que con tanta pasión he estado esperando desde que se anunció.Las horas que permanecí atrapado en su historia sin duda valieron la pena, en especial por ver un final de película, que abre nuevas ansias de jugar a la siguiente edición, y que concluye con la frase que se ha convertido en el lema de esta saga: "The end begins...".
A falta de dinero para una Play Station 3 (plataforma en la que se lanzará la útlima parte que cerrará la trilogía), habrá que conformarse con la edición especial de God of War 2, que gracias a sus extras con la posibilidad de jugar la historia con diferentes trajes y sus modos de juego (como el clásico 'Desafío de los dioses') alargan su vida considerablemente, al menos durante unas horas más.
Enlace a la página oficial de 'God of war II':
http://www.us.playstation.com/GodofWar2/
1 comentario:
Para videojuego, SecondLife, que a mi parecer, no deja de ser un videojugo más, pero con políticos, como Llamazares y medios de comunicación, como la SER, rondando por ahí.
Un besoo
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