jueves, 24 de enero de 2008

Dosis de sabiduría (XVII)

"El cine son chicas y violencia."

-Jean-Luc Godard.


sábado, 12 de enero de 2008

Desempolvando películas: 'El Apartamento' de Billy Wilder (I)

La trayectoria de las comedias románticas ha sido como mínimo decepcionante en los últimos años. Los trabajos más recientes han intentado revitalizar los clásicos de los años 60, intentando captar el carisma de una década en la que brillaban actores como Gregory Peck, George Peppard, Paul Newman o Cary Grant, y en especial, actrices como Audrey Hepburn y la explosiva Marilyn Monroe (iconos de la época).
Con la llegada de Dustin Hoffman, Anne Bancroft y El Graduado (1967) parecía que todo ya estaba inventado en lo que respecta a este género, y es que a ningún cinéfilo se le podrá dar una imagen mejor que la de Hoffman "intentando ser seducido" a través de las delgadas piernas de Bancroft.
Aún así, la industria de Hollywood dedicada a la comedia amorosa peca de ingenua y se insistió. Hemos visto intentos de revitalizar este cine, “tanteando” con el espíritu inocente de las películas de los años 50 y 60. Ahí están referentes como la ingeniosa 4 Bodas y un funeral (a lucimiento del “galán inglés” Hugh Grant) o la sobrevalorada Pretty Woman, comedias sentimentales que pretenden emocionar y en las que precisamente los sentimientos son más livianos de lo esperado por el espectador y sus lagrimales. Pocas de las películas surgidas a raíz del híbrido “amor-comedia”, incluidas las mencionadas, tienen el mismo corazón y calidez que transmite El apartamento (1960) de Billy Wilder, una película entretenida, al igual que inspiradora y que muestra al espectador el lado positivo de la vida. Si bien, otras como El secreto de mi éxito (1987), protagonizada por el actor descubierto de la época, Michael J.Fox, recuperan algo del ingenio de Wilder, aunque siguen siendo fácilmente olvidables a favor de las películas del último.
La comedia romántica es un género que siempre se ha prestado a la simplificación, los argumentos sencillos y la “noñería”. Billy Wilder aportó mucho a esa clase de cine, eso sí, sin caer en sus errores, y con El apartamento perfeccionó el estilo de dirección cómico que lo hace tan recordado y reconocido por la crítica.

Entering into 'The Apartment'

La comedia costumbrista divierte por la excentricidad de simpáticos personajes, y El apartamento podría definirse como tal, como una “comedia de costumbres urbanas”. La historia, en este caso, es simple. Lemmon es un solitario agente de seguros con el inconveniente de que su apartamento se ha convertido en el punto de encuentro entre cinco de sus jefes y sus respectivas amantes.
Como recompensa a su servicio, se le recomienda como ejecutivo, pero cuando cae rendido ante la señorita MacLaine, una ascensorista, su ya de por sí complicado estilo de vida, se embrolla si cabe más.
La película ganó cinco premios de la Academia, incluyendo el de Mejor película, pero sorprendentemente, ningún premio a la interpretación, a pesar de contar con dos nominaciones en ese campo (la de mejor actor y mejor actriz, por supuesto). Con ello, El apartamento se convirtió en la última película en blanco y negro en ganar el Oscar a la “mejor película” hasta La lista de Schlinder (1993).
Con el tiempo, se convirtió en cierto modo en uno de esos “clásicos navideños” al estilo del ¡Qué bello es vivir! (1946) de Frank Capra. No en vano, la escena de la fiesta de Navidad en la oficina de Baxter fue realmente rodada en las navidades del 23 de diciembre de 1959.
A pesar de que El apartamento se trate de una farsa menos alocada que las anteriores películas de Wilder (a recuerdo de “Some like it hot”), la primera sale ganando en beneficio de un guión más “inteligente” y juicioso. Wilder toca un montón de temas y la película se codea con el adulterio, el suicidio, la soledad y el trabajo, aún con todo con una resolución menos trágica de lo esperado. Conmueve por la inusual sinceridad con la Wilder logra hablar de estos temas y del amor sin recurrir demasiado a la farsa o a “forzar” el lagrimal del público.

viernes, 11 de enero de 2008

Citas de películas: 'Adiós, pequeña, adiós'

"Siempre he creído que todo aquello que no eliges es lo que te define: tu ciudad, tu barrio, tu familia. Son cosas de las que la gente de aquí se enorgullece. Para ellos son un logro. Almas envueltas en cuerpos, cuerpos envueltos en ciudades.He vivido en esta calle toda la vida, como casi todos mis vecinos.
Cuando tu trabajo consiste en encontrar a desaparecidos es útil saber donde se criaron. Yo encuentro a aquellos que empezaron con mal pie y luego tropezaron. Este entorno no es fácil...
De pequeño le pregunté al cura, ¿cómo se podía ir al cielo, viviendo en este barrio, sin morir en el intento? Me dijo lo que Jesús le decía a sus discípulos: 'Sed sagaces como serpientes... e ingenuos como palomas'."

miércoles, 2 de enero de 2008

Crítica: 'The Ten'(2007), sin llegar al "Diez" pero cerca

No es la primera vez que los diez mandamientos han sido adaptados con menor o mayor acierto a la gran pantalla. Por un lado está la lectura rígida que hizo el director Cecil B.DeMille allá en 1956, protagonizada por el entonces carismático Charlton Heston, y que pretendía aprovecharse de la “mina” que para Hollywood suponía realizar películas de cine religioso. En el otro lado, se encuentran la saga dirigida por Kievloski en 1989 que tomaba el decálogo como fuente inagotable de la reflexión humana, contándonos diez historias, cada una de ellas identificada con un mandamiento.
Si bien, la primera únicamente pretendía narrar el texto de la Biblia referente al Éxodo, Kievloski prefirió dar el protagonismo no a la figura de Moisés, sino a los propios mandamientos grabados en las tablas que Dios le entregó.
El director David Wain se aprovecha de la idea del director ruso para dar vida a 'The Ten', una particular visión de los diez mandamientos en clave de humor que cuenta (entre lo más destacable de su reparto) con Adam Brody, Jessica Alba, Famke Janssen, Paul Rudd y la cleptómana favorita de Hollywood, Winona Ryder, actriz que llega a autopariodarse en la cinta como protagonista de uno de los mandamientos “clave”, que bien podría haber aprendido hace tiempo.
Con la premisa de “Si hubieran querido una interpretación literal de los mandamientos, no los habrían escrito en piedra”, la película, de cuyo guión son responsables el televisivo Ken Marino (que interpreta a un médico bromista en la cinta) y el propio David Wain, se acaba convirtiendo en una sucesión de gags y sketchs a cual más cómico y exagerado, más propio de una entrega del grupo cómico Monty Python y de su última película ‘El sentido de la vida’ , que del contenido humor estadounidense. Cada una de sus historias aprovecha un “giro de tuerca” básico, para que la propia historia resulte ya de por sí provocadora, y extrañamente, por ello, funciona la película. Jesucristo convertido en el carpintero local de un pequeño pueblo mexicano, las “relaciones homosexuales carcelarias” como una crítica contra el adulterio o la parodia de las teleseries americcanas y de sus protagonistas, personificadas por un chico (Adam Brody) clavado literalmente en el suelo y convertido en estrella mediática, son algunos de los temas que uno se encuentra al ver ‘The Ten’.
Bajo el sencillo esquema de diez historias cortas conectadas únicamente por personajes en común y por un “estrambótico” número musical final, con el “sabath” como protagonista, ‘The Ten’ termina por convencer y ganarse la simpatía del espectador, a pesar de que muchas de las veces la película tenga que enfrentarse en el límite de lo “correcto”, especialmente, al tratarse de un tema tan “censurable” por el público más conservador (americano y europeo) como son las referencias religiosas.
Como se suele decir, el lobo no es tan feroz como lo pintan, y con ‘The Ten’ ocurre lo mismo. Ni la sátira sobre la religión resulta tan aguda, ni sus bromas y situaciones tan inteligentes como se puede esperar. Por el contrario, con la pretensión de simplemente entretener y divertir, y utilizando los diez mandamientos como telón de fondo, se trata de una satisfactoria experiencia, que, sin lugar a dudas, será mutilada, si no es por la crítica, por el mercado de descargas de películas en Internet, que ya se han asegurado de contar con una versión desastrosamente subtitulada de la película.

+ Poder disfrutar en pantalla grande de una película tan receptiva a provocar la risa en el público de las salas de Sitges.

- La premonición de que ‘The Ten’ se convierta en el nuevo blanco de críticas del año 2008, si consigue "no" pasar inadvertida.

En la página oficial de la película encontraréis el trailer e información sobre la película.

http://www.thetenmovie.com/index_ten.php