Por un tema o por otro, el triunfo o fracaso de un nuevo estreno de la factoría cinematográfica se achaca siempre a un guión mal escrito, considerando que el ejercicio visual fallido que constituye la película es responsabilidad de la mala inventiva de un guionista. Llevando este supuesto a su máxima, se rotula que “no se puede hacer una buena película de un guión malo”, y no han sido pocos los “llamados expertos” o críticos de cine, los que se han atrevido a formular ésto. Ahora, con el estreno aún reciente de 'The Dark Knight' (llámenlo 'El caballero oscuro' si lo prefieren) y el que, presumiblemente, sea el mejor guión que nos ha ofrecido este año las ocupadas manos de los guionistas hollywoodienses (a opinión personal), parecía un buen momento para intentar contestar una pregunta que suele quedar en el aire para muchos cinéfilos.
Siempre hay alguien que te pregunta acertadamente "¿qué es para usted un buen guión?". Ya sea con malicia, buscando sacar de quicio al fan medio de la película, o por simple inquietud, el que pregunta suele pensar en los clásicos (de años 60 para atrás señores) como ejemplo de grandes guiones.
Puede que no les falte algo de razón, allí quedan ejemplos como el director y guionista Ed Wood Junior, autor de filmes “de culto” como 'La novia del átomo' o 'Plan 9 del Espacio Exterior', o el “descubierto” director alemán Uwe Boll, responsable de los fracasos estrepitosos más sonados de los últimos años. Ambos han jugueteado socarronamente a ser guionistas y autores de sus libretos, salvo que al primero, Ed Wood, se le adjudique cierta inventiva y “mérito”.
Todo empieza con un juego de palabras por el que “un buen guión” acaba convirtiéndose en “un mal guión”, entendiendo por este último la recaudación en taquilla, momento en el que los medios y el director se vuelven acusando al responsable, el guionista.
¿Cómo se puede pasar de lo que en principio promete ser “un buen guión” a un “mal guión”? Más de dos años se tarda actualmente en dar forma a un guión, un proceso complejo en el que la mente del “escritor” plasmara una historia, la cual, salvo en contadas ocasiones, acabara siendo completamente diferente a la que el director conciba en su cabeza. Ese es el momento en el que un guión prometedor, puede convertirse en una hecatombe audiovisual o por el contrario, convertirse en un “futuro clásico”.
Lo primero que viene a la cabeza a la hora de pensar en un “clásico” y en un ejercicio magistral de guión es 'Casablanca', escrito por Howard Koch y los hermanos Julius y Philip Epstein. El Gremio de Escritores de América nombró recientemente a 'Casablanca' como la número uno de su lista de los “101 mejores guiones cinematográficos”.
El guión de este relato de cinismo y coraje, protagonizado por la entrañable pareja formada por Humphrey Bogart e Ingrid Bergman, se situó por delante de los guiones de 'El Padrino', escrita por Mario Puzo (autor de la novela) y Francis Ford Coppola; 'Chinatown', de Robert Towne o 'Ciudadano Kane', de Herman Mankiewicz y Orson Welles. Otros mencionados fueron Woody Allen, Billy Wilder o incluso Paddy Chayefsky, autor de la “descorazonadora” 'Network'.
Este desfile de nombres y cineastas, algunos más conocidos que otros, nos lleva a pensar que “un buen guión”, repitiendo el concepto ya como una autoridad, será y estará siempre relacionado con un uso abusivo del diálogo sobre la narración. Nadie se atrevería en su sano juicio a negar tal supuesto, por muy falso que sea, ¿o sí? Esta cuestión habrá que discutirla más adelante con unos cuantos cafés más.
Puede que no les falte algo de razón, allí quedan ejemplos como el director y guionista Ed Wood Junior, autor de filmes “de culto” como 'La novia del átomo' o 'Plan 9 del Espacio Exterior', o el “descubierto” director alemán Uwe Boll, responsable de los fracasos estrepitosos más sonados de los últimos años. Ambos han jugueteado socarronamente a ser guionistas y autores de sus libretos, salvo que al primero, Ed Wood, se le adjudique cierta inventiva y “mérito”.
Todo empieza con un juego de palabras por el que “un buen guión” acaba convirtiéndose en “un mal guión”, entendiendo por este último la recaudación en taquilla, momento en el que los medios y el director se vuelven acusando al responsable, el guionista.
¿Cómo se puede pasar de lo que en principio promete ser “un buen guión” a un “mal guión”? Más de dos años se tarda actualmente en dar forma a un guión, un proceso complejo en el que la mente del “escritor” plasmara una historia, la cual, salvo en contadas ocasiones, acabara siendo completamente diferente a la que el director conciba en su cabeza. Ese es el momento en el que un guión prometedor, puede convertirse en una hecatombe audiovisual o por el contrario, convertirse en un “futuro clásico”.
Lo primero que viene a la cabeza a la hora de pensar en un “clásico” y en un ejercicio magistral de guión es 'Casablanca', escrito por Howard Koch y los hermanos Julius y Philip Epstein. El Gremio de Escritores de América nombró recientemente a 'Casablanca' como la número uno de su lista de los “101 mejores guiones cinematográficos”.
El guión de este relato de cinismo y coraje, protagonizado por la entrañable pareja formada por Humphrey Bogart e Ingrid Bergman, se situó por delante de los guiones de 'El Padrino', escrita por Mario Puzo (autor de la novela) y Francis Ford Coppola; 'Chinatown', de Robert Towne o 'Ciudadano Kane', de Herman Mankiewicz y Orson Welles. Otros mencionados fueron Woody Allen, Billy Wilder o incluso Paddy Chayefsky, autor de la “descorazonadora” 'Network'.
Este desfile de nombres y cineastas, algunos más conocidos que otros, nos lleva a pensar que “un buen guión”, repitiendo el concepto ya como una autoridad, será y estará siempre relacionado con un uso abusivo del diálogo sobre la narración. Nadie se atrevería en su sano juicio a negar tal supuesto, por muy falso que sea, ¿o sí? Esta cuestión habrá que discutirla más adelante con unos cuantos cafés más.
3 comentarios:
Siempre y cuando te marque. Siempre y cuando te enamore.
Siempre y cuando no sea una simple mezcla de palabras y frases.
Será un buen guión.
Tengo muchas ganas de dar la asignatura y de acabar los casi ya abandonados proyectos de "Flores para tu abuelo". Aunque sé que algún día "Ascensoristas" verá la luz ;)
¿Será tercero nuestro año? Yo, espero que si, aunque lo hayamos intentado ya.
Y como el de "Hable con ella" pocos. Sí, faltaba un guiño hacía mis gustos.
Un abrazo.
Y si todo esto... ¿lo pones en práctica?
Seguro que sale un grandioso guión. Tienes talento!
Un guión siempre debe de ser, a mi gusto, la faceta más cuidada de una gran producción. Hay películas con grandísimos actores y abultado presupuesto que acaban cayéndose por haber fallado en lo más elemental.
Sé que probablemente no es el mejor, pero mi guionista favorito es Woody Allen. Sus escritos se construyen en base a lo que dicen sus protagonistas y, además, esos diálogos suelen gozar de una hilaridad sana y admirablemente (obviamente, cuando hablamos de alguna de sus muchas comedias).
Otro caso es el de aquellos guionistas que, a mi gusto (como, creo, es el caso de "The Dark Knight"), pecan de ambiciosas y meten la gamba nutriendo su trabajo de muchos y muchos diálogos, demasiado didácticos y a veces con carácter de discurso. Querer ser excesivamente brillante a veces dilapida por completo todo un guión.
¡Un saludo!
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